Para empezar, me quito el sombrero ante FIBO Group por su regulación clara y directa. La facilidad para comprender su marco regulatorio me dio una sensación de seguridad. Sin embargo, este mismo sentimiento de seguridad no se transmite cuando se trata de su plataforma comercial. Enfrentó numerosos congelamientos y fallas, lo que me dificultaba ejecutar órdenes rápidamente. El lado positivo es que los diferenciales del Grupo FIBO son bastante competitivos. Pude realizar operaciones sin sentir que estaba perdiendo mucho en el diferencial. Sin embargo, las comisiones son una historia diferente. Son un poco más altos que otros corredores competitivos con los que he negociado, lo que afectó mis ganancias generales. Aunque sus señales comerciales han demostrado ser precisas en ocasiones, no llegan a ser consistentemente creíbles. Teniendo en cuenta otros corredores que tienen señales consistentes y confiables, esto no es lo ideal.