La CNMV alerta de 3 entidades no registradas.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha lanzado una nueva advertencia sobre la actividad de dos entidades financieras que operan en España sin la debida autorización. Según el organismo supervisor, estas plataformas, que captan clientes a través de redes sociales y grupos de WhatsApp, no están registradas y, por tanto, no pueden prestar servicios de inversión ni realizar actividades sujetas a supervisión.

Entre las entidades señaladas se encuentra Medallion Plus, una aplicación que se promociona mediante grupos en redes sociales que incluyen en su nombre la expresión “XXX-Grupo de inversión de Renaissance”. La CNMV advierte de que esta supuesta plataforma de inversión utiliza mensajes persuasivos y promesas de rentabilidad rápida para atraer a inversores incautos, un patrón que se repite en numerosos casos de chiringuitos financieros detectados en los últimos años.

El organismo también ha alertado sobre los dominios “jbhbjd.com” y “xhvdfd.com”, que se publicitan en grupos de WhatsApp bajo el nombre “Aegon”. Esta práctica, que puede inducir a error a los usuarios al asociarla con la conocida aseguradora Aegon, es un ejemplo de suplantación de identidad corporativa, una estrategia cada vez más frecuente entre los estafadores que buscan aprovecharse del prestigio de marcas reconocidas para ganar credibilidad.

Operaciones al margen de la ley

En su comunicado, la CNMV subraya que ninguna de estas entidades figura inscrita en su registro oficial de empresas autorizadas, lo que implica que no pueden operar legalmente en el mercado financiero español. Sin la debida autorización, cualquier oferta de servicios de inversión o asesoramiento constituye una infracción grave y pone en riesgo los ahorros de los usuarios.

“El hecho de no estar registradas significa que no hay garantía alguna de que cumplan con las normas de transparencia, solvencia o protección al cliente”, recuerda el supervisor, que reitera la importancia de verificar siempre la legitimidad de una entidad antes de invertir dinero.

La CNMV lleva años advirtiendo del auge de los chiringuitos financieros, un fenómeno potenciado por el uso masivo de internet y las redes sociales. Estos grupos suelen operar con una apariencia de profesionalidad, utilizando logotipos, nombres de empresas conocidas o incluso falsos certificados para convencer a las víctimas. En muchos casos, tras captar los fondos, desaparecen sin dejar rastro o mantienen a los inversores atrapados en una red de engaños y excusas para evitar devoluciones.

Una estafa en la era digital

Los expertos coinciden en que el auge de las estafas financieras está estrechamente vinculado al uso de canales de mensajería instantánea, donde la comunicación directa y la inmediatez facilitan la manipulación emocional. Plataformas como WhatsApp o Telegram se han convertido en terreno fértil para los delincuentes financieros, que se aprovechan de la confianza entre los miembros de los grupos y de la falta de filtros de seguridad.

En estos grupos, los supuestos “analistas” o “líderes de inversión” prometen ganancias elevadas y sin riesgo, una señal de alerta habitual. A menudo, se invita a los usuarios a descargar aplicaciones, transferir dinero a cuentas extranjeras o participar en inversiones colectivas. Una vez depositado el dinero, las posibilidades de recuperación son prácticamente nulas.

La CNMV recuerda que ningún producto financiero serio puede garantizar beneficios rápidos. Cualquier oferta que prometa duplicar el capital en pocos días o semanas debe ser considerada sospechosa. Además, insiste en que las entidades legítimas nunca operan exclusivamente por redes sociales o mensajería privada, ni piden transferencias a cuentas personales o de países sin supervisión financiera.

Cómo protegerse del fraude

Para evitar caer en este tipo de trampas, la CNMV recomienda a los inversores comprobar siempre si una empresa está registrada antes de invertir. Esta verificación puede realizarse de forma gratuita en su página web, donde también se publican alertas actualizadas sobre chiringuitos financieros, tanto nacionales como internacionales.

El organismo dispone además de un teléfono de atención al inversor (900 535 015), en el que cualquier persona puede consultar si una plataforma está autorizada. También se puede reportar la actividad sospechosa a través de un formulario en línea o del canal de comunicación de infracciones, que permite hacerlo de manera confidencial.

Las advertencias de la CNMV no se limitan al ámbito nacional. El supervisor español mantiene una estrecha colaboración con organismos internacionales como la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), que elaboran listas conjuntas de entidades fraudulentas que operan en varios países. Este intercambio de información resulta clave para detectar redes transnacionales de fraude financiero, muchas de las cuales cambian constantemente de nombre o dominio web para eludir sanciones.

Educación y precaución, las mejores defensas

Más allá de la vigilancia institucional, la CNMV subraya que la educación financiera es la herramienta más eficaz para prevenir estos fraudes. Conocer cómo funciona el mercado y qué requisitos debe cumplir una entidad autorizada ayuda a los ciudadanos a tomar decisiones informadas y a reconocer las señales de alerta.

El organismo, junto con el Banco de España y el Ministerio de Asuntos Económicos, desarrolla programas de formación y campañas informativas para promover la cultura financiera y alertar sobre los riesgos de invertir sin garantías. “La información es la mejor protección para el inversor”, recuerdan desde la institución.

La advertencia sobre Medallion Plus y las páginas jbhbjd.com y xhvdfd.com se suma a una larga lista de entidades no registradas detectadas en los últimos meses. En un contexto de creciente digitalización y volatilidad económica, los expertos coinciden en que los inversores deben extremar la prudencia.

En palabras de la CNMV, “si una oferta suena demasiado buena para ser cierta, probablemente no lo sea”. Y, en el mundo financiero, esa máxima sigue siendo la regla de oro.